dimarts, 8 de març del 2011

 Porque por mucho que intentes repetir algo no podrás. Cada momento de tu vida es único y lo sabes. Sabes que por muy casi perfecto que sea algo no se volverá a repetir y lo único que puedes hacer es recordarlo para siempre. Por surte de todo hay algo positivo, tampoco se repiten esos malos tragos ni esas etapas horrorosas. Y ahora, escribiendo esta enorme gilipollez me doy cuenta de que debería mirar la vida con más optimismo. Porque cuando creas que algo puede ir peor irá a peor, si ves el vaso medio vacío se acabará vaciando y si sigues con esta cara acabarás más sola que la una. Dicen que el pesimista tiene excusas y el optimista proyectos; que si miras con pesimismo a la vida, la vida te tratará con indiferencia. También dicen que el pesimista es un optimista bien informado, un optimista al que le ha explotado la realidad en la cara o que es mejor ser pesimista porque nunca te defraudan ya que esperas lo peor de todo.
 Y ahora es cuando yo digo, ¿Qué se supone que tenemos que hacer? Unos dicen que ser optimistas es bueno, y otros dicen que ser pesimista es malo. Yo voto por el optimismo,  por supuesto, pero hay veces que ser optimista no es tan fácil. Sientes que todo se derrumba sobre tu cabeza y te han atado los brazos para que no puedas sujetar nada. Sientes que tu vida se rompe pedacito a pedacito y no tienes fuerza para recomponerla. Lo reconozco, así es, soy pesimista. Más negativa y no nazco, pero intento cambiar; intento.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada