don't be scary

 Parece mentira la cantidad de cosas que pueden asustarnos, lo indefensos que nos sentimos en momentos de pánico. Es increíble como una pesadilla puede desvelarnos en una madrugada de sábado, a las cuatro menos veinte y no te deje reconciliar el sueño una vez más hasta pasadas las cuatro y media. En esos momentos, te sientes bastante ridícula, te ríes de ti misma y de tus absurdos pensamientos porque sabes que era solo un sueño; pero aún así sigues asustada, el miedo te corroe por dentro. Otra vez más tu subconsciente te ha engañado haciendo de un sueño, la cosa más asustadiza durante la madrugada.