Bernabé Tierno.

 El mundo, ha sido creado para que todos lo recreemos y lo embellezcamos. Es una responsabilidad ineludible contribuir con nuestra vida a hacer un mundo mejor, y curiosamente la clave de la felicidad con MAYÚSCULAS subrayada y negrita, ese chirimiri de dicha cala de gozo llega hasta el alma, tiene que ver con acciones desinteresadas, solidarias y generosas de quienes tienen como proyecto de sus vidas ser útiles a los demás y dejar el mundo con menos violencia, menos pobreza y dolor; y más riqueza, más bienestar, y más paz para todos. Es verdad que este mundo en el que estamos todos, es un libro gigantesco, la enciclopedia más completa de todas, llena de sabiduría sin límites a la que todos podemos acceder. El problema no es del mundo, sino de quienes no saben ni quieren aprender a leerlo. Ya lo decía Shakespeare, "el mundo entero es un teatro" y, en consecuencia, todos somos actores. Actores que representamos, pero no siempre llevamos puesto el antifaz, no siempre estamos en escena interpretando el papel del personaje que nosotros queremos que los demás vean y admiren, e incluso a veces que envidien. Hay que estar muy atentos para descubrir la parte de verdad y autenticidad que nos queda de nosotros mismos y la parte de verdad que guardan en su interior las personas con las que convivimos. Son los claroscuros de todo ser humano. Lo importante es no olvidar jamás que todo el mundo lleva su máscara. Todos nos presentamos en escena como deseamos ser vistos y, además, cualquier tonto fabrica aviones y el más listo hace el ridículo.