dijous, 1 de setembre del 2011

 Que sí que no y que caiga un chaparrón. ¡La gente se marea y el público se mea! Que paso ya de chorradas de estas. Ahora te quiero, ahora no y ahora sí pero no. ¿Quién te crees que eres? ¡¿El rey del mambo?! En tu juego puede que sí, pero esta es mi partida y mando yo. Que me la suda lo que quieras, estoy demasiado dañada como para creerte; la cicatriz aún no ha cerrado colega. ¿Qué prefieres, esperar sentado o irte por patas? Me lo temía, escoges siempre la segunda opción. Yo era la octava, número ocho, infinitamente perfecta, ¿recuerdas? Yo sí, suelo recordar las cosas importantes para mi; si eso es te estoy llamando importante, no sé si aún lo eres. ¿Lo mereces? No, creo que no. La gente que hace eso no suele ser importante pero eres especial, tienes algo y no se qué es. Desordenas mi cabeza día tras día, remueves mis pensamientos hasta que estallo. Grito. No puedo más. No lo soporto. ¡Sal ya de mi! Puerta principal, ventana, puerta trasera o conducto de ventilación, me da igual por qué sitio salgas pero pírate ya. Te persigo pero no te encuentro, soy incapaz de echarte. Te lo pido por favor, lo tomas o lo dejas, pero para ya de jugar. No uso las mismas reglas, no soy partidaria de estas normas. Podemos hacerlo a mi manera, o a la tuya, si lo hacemos a la tuya explícame como, enséñame a ser como tú.

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