Hace poco, algunos años, crucé un túnel siguiendo una luz, y eso me llevó a la vida. ¿Quién dirá que la luz, al final del túnel, es la muerte? Una mirada en tus ojos. Eres único en tu clase, que quiero aprender a escribir la A junto con la M y con la O y con la R, y aprender a sumear 1 + 1 = 1, por primera vez, contigo. Soportar toda la historia que nos ha traído hasta aquí aunque sea menos interesante que la nuestra. Que cuando me caiga del larguero de la portería y me abra la cabeza me cojas de la mano hasta que llegue la ambulancia y que no te den asco los puntos cuando vuelva. Siéntate a mi lado en el autobús cuando vayamos de excursión y gana a todos tus amigos en el concurso de eruptos a la vuelta. Sé el único al que la más guapa de la clase no le parezca la más guapa. Odia a las rubias y hazme prometer que jamás seré rubia. Perdóname cuando me tire de los pelos con la chica más guapa de la clase, porque como eres el más guapo va detrás de ti y me pongo celosa. Pero el enfado realmente comenzó cuando me dijo que el ratoncito pérez, los reyes magos y el Papá Noel son los padres, pero no quise creerle. Me da igual quien me diga que los reyes magos no existen, pero la cigüeña que viene de París... ¡Por favor! Desmiéntemelo tu cuando llegue el momento. Y cuando llegues tarde al comedor y no quede postre, te estarán esperando mis natillas. Déjame cartas perfumadas en la cajonera por San Valentín y deja que te invite a un chicle a la salida. Sé mi primera sonrisa del día al cruzar el umbral del colegio, yo esperaré contigo cuando el colegio cierre las puertas a las seis y tus padres no hayan venido a recogerte todavía. Y correré a tu lado en el recreo bajo la lluvia mientras nuestro rival nos amenaza desde el patio cubierto con anginas o palabras similares. Me apuntaré contigo a clases extraescolares como ballet porque te parezco ridículamente mona en un tutú, porque me encanta cada segundo que paso contigo aunque no piense en ello. Y a nuestros padres les encantará vernos juntos, se convertirán en mejores amigos y nosotros haremos como que no nos importa pero ¡qué genial! Porque al llegar el verano decidirán veranear juntos y no nos tendremos que separar más que en algún puente, Navidad y Semana Santa; y eso mola. Enséñame a bailar, pero no me digas que tú tampoco sabes. Deja que sean otros los que me enseñen a llorar si es posible, si vas a enseñarme, espera que yo te lo pida. Porque eres único en tu clase, y para que todo esto pase aún he de encontrar la forma de escapar de este maldito aura.
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