Hemos empleado mal este lugar y nuestro tiempo. Errores, demasiados errores. He llegado tarde demasiadas veces, y ahora pienso ¿quién soy yo para hacerte esperar?
Una sola posibilidad, un solo respiro. Solo tú sabes que te he querido desde hace mucho tiempo atrás, y ahora te echo de menos, pero mantengo mi sueño, ese sueño que me hace pensar en que estaremos juntos y nunca te volverás a ir. Dejo de respirar cuando no te veo más.
Te preguntaré de rodillas que vuelvas si es necesario; contigo resistiría hasta el infierno para sostener tu mano, lo daría todo por nosotros; daría cualquier cosa y no me rendiría.
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