chimes of freedom

   Me gusta ir en bus porque me da tiempo para pensar, y escribo en el blog lo que he reflexionado horas o incluso días atrás; pero me sigo acordando. Me acuerdo de lo que de verdad importa, así como también me acuerdo de él. Me parece que ha sido la única persona que me ha sacado una sonrisa de oreja a oreja con tan solo una p*ta mirada. Una mirada que ha llegado a dejarme del tamaño de un mosquito. Tú y ella me estais amargando un poco, sinceramente. Lo peor de todo es que no sé ni por que me jode, en el fondo sé que no vale la pena. Ni tú me haces caso ni yo te lo hago a ti, ¿por que lo hacemos todo tan complicado? Nuestra relación es rara, lo sé, pero ¿por que no la intentamos mejorar? Al menos intentarlo, ¿qué podemos perder? Puede que yo pierda el corazón por el camino, o tú la cabeza al darte cuenta de que no soy perfecta; pero no es nada comparado con el perder una oportunidad como esta. De verdad te lo digo, dame una segunda oportunidad, deja a la otra por mi al igual que me dejaste a mi por ella. Será fácil para todos, hablando la gente se entiende. Explícale que no me has olvidado, que me sigues queriendo y que quieres seguir haciéndolo. Que ella era pasajera, otro de tus juegos. Explícale a ella que lo sientes, pero que no la quieres. Estabas confundido y pensaste que ella era la solución a tus problemas, cuando lo que de verdad buscabas era mi perdón y ahora que lo tienes me prefieres a mi. Explícaselo y te entenderá, la conozco y no sufrirá; a diferencia de mi.
 Haz que mis deseos se cumplan y te haré feliz, te lo prometo.