chimes of freedom

 Odio las pasas, la guerra, Rojo+Rosa, la gente que va flipada por la vida y a las zorras. Odio perder, que me dejen ganar, tener vergüenza, tener miedo, sentirme mal, estar enferma, defraudar a los que nunca me han defraudado, constiparme... También odio a las killas, a los yonkis, a los ladrones, a los corruptos,  a los egocéntricos, a los egoístas y a muchos otros tipos de gente. Además, odio los extremos, con ellos el frío y el calor; la peste, tener que esperar, que las cosas sean tan caras, los siglos de anuncios de Antena3, Patito Feo, el fútbol, los fachas, los Nacis, los racistas y las serpientes enormes que te comen sin masticar. Otra cosa que también odio es llorar por tonterías, y tambien por cosas importantes. Odio aburrirme, tener que escoger, los 72 minutos de megavídeo, no saber diferenciar lo bueno de lo malo, las fotos movidas, las cosas inacabadas y el perfeccionismo. A parte, odio necesitar estar siempre rodeada de gente, no saber estar sola; las enfermedades, a Hannah Montana y a todas las estrellitas Disney que van por el mismo camino; a Justin Bieber, a los triunfitos, a Chiquito de la calzada, a Ronaldinho, y a Cristiano Ronaldo. También odio depender de la gente, necesitar ser querida, que pasen de mí, a los putos maltratadores, a los putos pederastas, y a los hipócritas. Sí, odio muchas... ¡¿Qué digo muchas?! ¡MUCHÍSIMAS COSAS! Pero no las quitaría de mi mundo, no; no las quitaría porque en parte, forman parte de mi, de la imperfección, de mi imperfección.