Nadie está preparado para sufrir un amor no deseado o no correspondido, nadie está preparado para que te dejen plantado o para darte cuenta de que todo había sido un juego, incluso la persona más insensible lloraría por ello.
Porque resulta, que puedes vivir sin estar enamorado, puedes fingir que no quieres a una persona estando con ella y con otras al mismo tiempo... Puedes querer sin amar, pero no puedes amar sin querer. Ya que, cuando te enamoras todo cambia, lo das todo. Tu vida da un vuelco. Siempre hay un antes y un después. Amor no correspondido, luchas e intentos de conseguir tu punto máximo de felicidad. Lloros y desesperación, lo más normal. No todo siempre sale bien. No todas las historias tienen un final feliz. Pero nunca se debe dejar de luchar, nunca se debe tirar la toalla en el amor. Porque aunque estés destrozado, machacado o sin ganas de más, debes seguir adelante. Y así, de esta manera, encontrar tu punto máximo de felicidad, y cuando lo tienes bien agarradito, como si de un peluche se tratara, no soltarlo. Porque te completa. Porque te hace sentir mejor persona. Y a partir de ese punto, dejas de llorar de tristeza por llorar de alegría.
Nadie está preparado para ser mutilado por el amor, pero hay tantas personas que día a día sufren por ello... Hay muchas historias por contar.
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