dissabte, 1 d’octubre del 2011

 Te pasas la vida buscando problemas donde no los hay, quieres pensar que el problema es de la gente, de la sociedad, de sus opiniones y creencias, y del mundo en general. No quieres aceptar el hecho, el problema no es suyo, en realidad ese problema está en ti. Hasta que no cambies, no cambiará; no serás feliz, no vivirás en paz y tranquilidad, lo que siempre habías deseado ¿no? Puedes intentar revolucionar el mundo, hacer que todos estén a tu favor o a tu contra, ser la reina de todos, hacer que opinen como tú, ser una puta dictadora, y te seguirás preguntando el por qué de tu mal estar. Ese por qué solo lo sabes tú, supongo que no quieres aceptar que has cambiado, no eres la misma de antes. ¿Madurez? No creo. ¿Estupidez? Sí, pero no es el problema. ¿Entonces, qué queda? Ah sí, los sueños, las metas, los deseos, la esperanza, el ansia, las ganas de llegar a lo más alto... Sí, todas esas cosas que te hacen imaginar de ti una persona mejor, pues no es real. Abre los ojos de una putísima vez y date cuenta de que das pena, no tienes nada de lo que poder estar orgullosa. ¿Amigos? Me gustaría poder contar a los verdaderos. ¿Amor? JAJAJAJ mejor no hablo de este tema. ¿Estudios? Son lo que te lleva a lo más alto,  y de ahí a lo más bajo. Bueno, mejor no hablo de cosas que no tengo, que cada vez me siento peor.

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