Hipócrita, egoísta e interesada.

¿Y qué si no te valoran? ¿Y qué si no haces nada bien? Tienen la razón, ¿verdad? No hace falta que escuchen a nadie ni que sigan las normas de nada; ellos son la ley. ¿Es así como funciona el mundo? ¿A caso no nos han enseñado siempre a luchar por lo que queremos? Y cuando les hacemos caso, cuando luchamos, se vuelven a nuestra contra.
Me gustaría poder decirles que se abran, que escuchen, que todavía les queda por aprender, que se fijen en como nos sentimos nosotros… ¿Pero de qué serviría? Seguirán así porque esto es lo que sufrieron ellos, y con alguien lo tendrán que pagar.
Quieren que luches y te conviertas en alguien fuerte, ¿cómo vas a hacerlo? No se puede con ellos de ejemplo. Asumir y acatar. Eso es lo único que puedes hacer.  Nada de rebeldía ni autosistema; nada de chillar por tus derechos. Te quieren sumiso y sumiso consiguen tenerte. ¿A cambio de qué? ¿Qué te dan ellos? ¿Techo? ¿Qué más? No te llenan, no te hacen feliz –al contrario, en algunas ocasiones-, no te comprenden, no te ayudan y encima pretenden que estés eternamente agradecido.
Aquí termina todo. Aquí es dónde empieza una nueva era en la que nadie te va a dejar de lado. Todos seremos escuchados y atendidos. Todos lucharemos por lo que deseemos y todos conseguiremos lo que deseemos. Ya nada volverá a ser como antes, empieza una nueva etapa mejor, mucho más feliz. Empieza una nueva vida.