Nadie nos dijo que sería así de complicado. Nos miro, y lo único que veo son dos almas suicidas intentando no estallar a la mínima de cambio. Hemos colmado y vaciado el vaso cientos de veces, tanto que nos hemos quedado sin agua; ¿y sin agua qué somos, cariño?
Qué difícil es escoger, pero es aún más difícil cuando sabes cuál es la elección correcta. Sabemos qué es lo lógico, sabemos qué es lo que nos conviene, sabemos cuál es la manera de terminar con esta mierda que nos corroe por dentro. Pero a pesar de ello... sabemos que ésta no es la elección correcta.
Tenemos la certeza de que, a pesar de nuestras diferencias, somos lo más valioso que tenemos. Somos esos polos opuestos que tanto se atraen. Sólo nosotros somos capaces de ser uña y carne y perro y gato a la vez, y eso es lo que nos hace tan sumamente especiales. Eso es lo que nos hace así de fuertes por dentro, el hecho de poder superar cualquier obstáculo que se pueda interponer entre nosotros y en nuestro camino.
Y si algún día nos creemos los mejores es porque no paramos de decírnoslo el uno al otro, ¡y es que juntos lo somos! Porque unidos podemos ser cualquier cosa que queramos ser, incluso felices.
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